
Por qué las palas incrementan la velocidad
Nadar más rápido no depende de agitar los brazos como hélices; el secreto está en mover un mayor volumen de agua con cada brazada. Las palas amplían la superficie de tus manos, de modo que “agarres” más agua, mejores la propulsión y te fatigues menos por metro nadado. Una patada explosiva, en cambio, solo genera fricción extra y oxígeno desperdiciado.
Beneficios principales
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Transferencia técnica inmediata – Al sentir más presión en la palma, es fácil notar si el agarre, el tirón o el recobro son deficientes.
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Refuerzo muscular específico – Espalda, tríceps y deltoides trabajan de forma dirigida sin máquinas de gimnasio.
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Economía de esfuerzo – Más distancia por ciclo = menos frecuencia de brazada y menor gasto energético en pruebas largas.
Regla de oro: terminá cada serie “con ganas de seguir”. El sobreesfuerzo hoy es tendinitis mañana.
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Combiná palas pequeñas al inicio y evoluciona a modelos más grandes únicamente cuando la técnica sea limpia.
Señales de alerta y autocorrección
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Brazada cruzada: la pala “muerde” de costado y vibra.
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Codo hundido: se escapa agua por la zona distal y la mano resbala.
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Exceso de fuerza: ardor en hombros o lumbares; baja un tamaño o acortá la serie.
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Conclusión
Introduce las palas de forma progresiva, sé constante y escuchá tu cuerpo. Con el plan adecuado sumarás potencia, perfeccionarás la técnica y cortarás segundos en cada 100 metros sin comprometer la salud de tus hombros.
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