En la piscina, la calidad del gesto cuenta más que la fuerza bruta: quien nada con técnica avanza más rápido y llega menos fatigado. A continuación encontrarás un plan práctico —con ejemplos de equipamiento Finis— para pulir cada aspecto de tu estilo sin copiar fórmulas ajenas.


1. Descompón el nado en pequeñas fases

Dividir la brazada, la patada y la respiración en etapas concretas te permite enfocarte en un solo detalle a la vez.

  • Brazada: trabaja la entrada de la mano, el agarre, la fase de tirón y el recobro. Unas Finis Agility Paddles refuerzan la sensación de “enganche” en el agua.

  • Respiración: usa el Finis Stability Snorkel para aislarla y mantener cabeza neutra.

  • Alineación: el Axis Buoy combina pull-buoy y separador de piernas, obligándote a estabilizar la cadera.

Tip: consulta con un entrenador o monitor para que te indique qué herramienta incorporar y en qué serie.


2. Dale protagonismo a la patada

El tren inferior impulsa tu cuerpo en todo momento; si falla, el arrastre aumenta.

  • Patea desde la cadera, con rodillas sueltas y tobillos flexibles, como un látigo que apenas rompe la superficie.

  • Dedica series exclusivas con tabla Finis Align o combina tabla + snorkel para centrarte al 100 % en las piernas.

  • Incluye aletas Finis Edge para ganar velocidad y sensibilizar el batido correcto.


3. Interioriza el gesto exagerándolo

Hiper-extiende el brazo al frente, eleva bien el codo en el recobro y rota el tronco de forma consciente. El objetivo es grabar en tu memoria muscular la amplitud y el ritmo adecuados.


4. Busca ojos externos, aunque sea por poco tiempo

Unas pocas clases con un técnico cualificado marcan la diferencia: verá tu nado desde fuera, detectará vicios ocultos y te dará ejercicios personalizados. Después podrás entrenar meses con esas pautas.


5. Cuenta brazadas, no solo segundos

Reta a tu eficiencia: cubrí la misma distancia con menos brazadas —o el mismo número en menos tiempo—. Si el conteo baja de forma sostenida, vas por el buen camino.


6. Sé progresivo de principio a fin

Tu cuerpo necesita adaptarse a un medio que no le es natural:

  1. Calentá suave los primeros 5-10 minutos.

  2. Subí la intensidad gradualmente o abordá las series programadas.

  3. Enfría con metros fáciles antes de salir; esto favorece la recuperación.


Conclusión

Equiparte con herramientas Finis y aplicar una metodología paso a paso te permitirá transformar tu técnica más rápido de lo que imaginas. Menos esfuerzo, más velocidad y mayor disfrute en cada sesión: ese es el verdadero objetivo. ¡Nos vemos en la calle de agua!